Hay días en los que no se puede explicar pero hay un aura... un algo...que te inspira, que hace que todo desaparezca....
Y en esos días sólo escuchas tu alma, tu mente, tu corazón. Es en esos días, en esos momentos de silencio total en los que puedes platicar contigo mismo, esos momentos en los que puedes reflexionar.
Éste es uno de esos momentos y entonces, con la computadora en la mano, reflexiono... ¿Por qué escribo? ¿Por que la necesidad de dibujar, de escribir?
Para algunas personas sería fácil decir "lo hago por que me encanta". Yo, yo no soy así.
Escribo por que me harto de lugares concurridos, de esquemas aburridos para conseguir seguridad, escribo por que hay muchas historias, muchas imágenes en mi mente, muchos sentimientos encontrados de situaciones complicadas que a veces no me dejan respirar.
Escribo como alivio, para callar el ruido del mundo, para controlar lo que pasa aunque sea por unos segundos.
Escribo por que así puedo cambiar las cosas, escribir sin dirigirme a nadie, dirigirme a alguien en secreto, soñar con lo que me gustaría que me pasara, decir lo que en persona no me atrevo...escribo para adueñarme del mundo, por que en lo que escribo, el mundo es mío.
Escribo en éxtasis, escribo en personificación de mis emociones, robándome sentimientos y sensaciones de vidas ajenas, de sueños deseados, de experiencias que marcan...Escribo para encontrar entre letras las soluciones, escribo como guía y para saciar mis emociones.
Pero no solamente escribo, también dibujo, y dibujando, todo es diferente. En la pintura tienes que vaciar la mente. Tienes que relajante, vaciarte para llenarte únicamente de lo que quieres proyectar o capturar de lo que observas en tu mente siendo tu cuerpo únicamente el medio para plasmar en vida algo existente solo en tu mente.
En ambas acciones los minutos se paralizan, no escuchas sonidos más que el de tu voz interior guiando el paso siguiente. En ambas situaciones modificas la realidad, escapas de ella y creas algo nuevo, algo alternativo, construyes, tabique por tabique, tu mundo.
Y cuando acabas, te relajas, recuestas tu cabeza en algún lugar cercano o simplemente liberas tensiones para disfrutar del silencio que te rodea, para disfrutar de que vaciaste tus palabras, tus emociones, tus ideas y quedar en silencio con las nubes.... ese momento en que las nubes absorben el sonido del mundo y tu desapareces.
de sueños perdidos
