Un día, mientras volaba aburrida sobre un bosque, vió con sus ojos perfectos un ser que nunca había visto, Decidió aterrizar y conocer al nuevo ser que había despertado su curiosidad. Al aterrizar y después que los escombros se habían asentado, se dio cuenta de que el ser nuevo por conocer no se había inmutado. Al contrario, la miraba con ojos penetrantes y obscuros. Era un lobo con pelaje de hielo, este peligrosamente afilados por los cristales de agua sobre él.
Los dos se acercaron sin miedo, sin precaución, sólo se acercaron el fuego del águila y el hielo del lobo se fundieron, se apagaron, perecieron. en su lugar apreció el pelaje blanco, suave, terso del lobo y las plumas cafés, limpias, perfectas del águila. No necesitaban ya conocerse, de pronto, lo supieron, nacieron del mismo lugar, eran la misma cosa y eran diferentes al mismo tiempo, el principio de uno era el fin del otro y viceversa. Eran el miedo y el amor que engendraron al mundo."
FVL
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