Todos creen que la felicidad es algo muy complicado y difícil de lograr, creen que es algo inalcanzable y poco común, yo he descubierto que en realidad es algo muy sencillo, tan sencillo como los detalles.
Detalles, esos pequeños momentos o coincidencias que te hacen sonreír una y otra vez, que hacen que el tiempo pase volando y te dejan con ganas de más. Cosas que ni siquiera son complicadas pero son muy impactantes y que te dejan una sensación inexplicable, un calor muy especial recorriendo tu cuerpo. Pueden ser cosas tan sencillas como disfrutar de un paseo nocturno en un jardín, platicar por horas sin notar el tiempo, ir caminando y descubrir letreros que dicen "Respira el momento", todos detalles.
Detalles como la compañía, detalles como ver un cielo estrellado y poder detenerte a admirarlo, descubrir cosas que no sabías y encontrarte una y otra vez reflejada en otra persona y sentirte tranquila, sobretodo sentirte tranquila y completa. Como si el tiempo no importara, como si se conocieran de hace años....
Son esos detalles que conforman la felicidad, detalles como tener una cena imaginaria, como querer pasar los domingos de una manera tranquila, como disfrutar de cosas antiguas o escuchar una canción que te gusta mucho mientras vas caminando, detalles pequeños o grandes, coincidencias o cosas planeadas, pero al fin y al cabo detalles que te hacen sentir, que te hacen sonreír, que te hacen pensar en una persona todo el día o preguntarte si estará pensando en ti. Detalles capaces de parar el tiempo y hacerte sentir que no es suficiente, detalles que si recuerdas vuelves a sonreír y quieres volver a vividlos, todos son detalles que vistos en conjunto, desde lejos, forman algo inmenso e inesperado.
Y de repente, sin que te des cuenta, tienes una fuente de felicidad infinita construida de detalles, un lugar en donde puedes descansar de un día pesado o malo, un santuario en donde puedes ser tú mismo y convivir con tus ideas, con las cosas sencillas de la vida que olvidas disfrutar día a día, una estancia que no tiene tiempo, distancias o límites, que siempre está presente y ya forma parte de ti, con nombre y apellido.