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martes, 13 de enero de 2015

No pido mucho...

Todo era perfecto tal como estaba, a pesar de la distancia, a pesar del tiempo, todo era tal como debía ser.

Me hiciste creer de nuevo en el amor, creer en mi... me diste esperanzas y dejaste que mi mente construyera planes y sueños a tu lado y todo sin malicia, todo mientras tú me asegurabas que poco a poco materializaríamos todo lo que pensabamos para los dos...

Era perfecto aún con las dudas que tenía, aún con el poco tiempo juntos y todos los obstáculos, era perfecto por que estábamos juntos y queríamos estarlo, queríamos formar parte permanente de la vida del otro, vencer todos los obstáculos juntos....Era perfecto.

De pronto desapareces sin previo aviso, sin un motivo que diga qué salió mal e incluso sin explicación. Saliste de mi vida y no tengo manera de encontrarte, de traerte de regreso y seguir en ese pequeño mundo perfecto que ibamos construyendo juntos, y yo te extraño, y yo te necesito, y no puedo hacer nada mas que aceptar que no estás... y tal vez esperar que regreses.

Pienso y pienso y no entiendo qué pasó, no puedo encontrar una explicación a tu salida tan repentina, ni siquiera puedo pensar en algún conflicto que hubiéramos tenido.... y todo eso me hace pensar que tal vez ni siquiera fue real todo lo que vi palpable, tal vez ese mundo perfecto en donde yo iba recuperando tantas cosas perdidas fue sólo un truco de mi mente para ayudarme a sanar, a creer...
Pero cada vez que creo que esa es la explicación me encuentro con tu foto... esa que te tomé en secreto y sólo para mi, entonces eres real, entonces si pasó todo lo que creo... ¿Entonces dónde estás?

Podría enojarme, hacer dramas pero no quiero, no me siento con suficiente fuerza, por que en cuanto te fuiste, mi mundo decidió colapsarse y han pasado tantas cosas fuera de mi control y que me han pegado tanto que no me queda energía suficiente para llorarte, menos para enojarme y en este caos permanente, en este remolino de sentimientos y situaciones sin control quiero pedirte que vuelvas.

No pido mucho, sólo regresa y déjame estar en tus brazos, llorar o reir por todo lo que ha pasado ultimamente mientras escucho tu corazón, déjame verte de nuevo y despedirme de ti, robarte un beso y ver que estas bien, que tu mundo poco a poco va adquiriendo sentido y que todo va mejorando.

No pido mucho, sólo déjame abrazarte una vez más.