De la manera más random, resulta que por "casualidad" conocí a un maestro en un viaje por autobús. Es de esas conversaciones que tienes sin motivo alguno pero terminan en alguna reflexión. En mi caso, la plática terminó en varias reflexiones.
"...No tienes por que encajar con lo estándar, tus fortalezas son aquellos detalles que te hacen diferente...""...Existe más de una manera de apreciar las cosas, los sentidos no son aparatos o nervios aislados, se puede ver con el olfato....""...Las cosas más importantes se sienten, no se piensan...""...No necesito estar cerca de ti o tocarte para seguir amándote...""...Extrañarte no es cuestión de deseo si no de perdida...(extrañarte no significa que quiera estar contigo, si no que recuerdo cuando te tuve)...""...La mejor manera de conseguir lo que quieres es no preocuparte por ello y seguir siendo tu...""...Una sonrisa y una mente tranquila son la llave de todas las puertas...""...El amor no se tiene, se conquista...""...Pelear por lo que quieres hace que el obtenerlo valga la pena...""...Todo lo que eres, todo lo que quieres, todo lo que puedes ser, se refleja en tu persona, en tus movimientos y en tus gestos..."
Lo que lleva a una última conclusión, la paz se alcanza cuando conoces tus fortalezas y las sabes explotar, teniendo en cuenta que existe más de una manera de apreciar todo, el verdadero valor de las cosas y por supuesto, que la fuerza más grande y la razón más importante es el amor.
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