Dudas entre la vida y la muerte a dos voces

He enjaulado mis sentimientos,

torturados con sangre y cristal.

He borrado mis pensamientos,

de amor y felicidad no se hable más.

Enterrados dentro de una caja,

no en el patio del fondo,

no en alguna parte de mi casa,

sino haya donde no se ve, muy, muy hondo.

Ahí esta enterrado mi corazón,

oculto en su oscuro rincón,

sellado por un conflicto mortal,

como una daga que atraviesa mi paz.

Y ahí se quedará incrustada.

Si se quita mal esa daga,

toda mi entera alma

lentamente se verá desangrada.

Ahora entierro mis sueños,

dejo en el pasado la vida

ansiando el momento de mi partida

silenciando los juicios ciertos.

Aquí se ve rendido el guerrero,

hincado de rodillas esperando que la soledad,

ese sentimiento siempre eterno,

me quite suavemente la vida, sin piedad.

Y se convertirá en esa bala que mi vida cesará,

rompiendo sin piedad mi corazón de vidrio,

dejando pedazos de mi que no se podrán recuperar,

arrancando de golpe esta tonta ansiedad.

Un vidrio ya arruinado y golpeado

esperando un toque más para ser quebrado

lentamente en miles de pedazos

que desaparezcan sin dejar ningún rastro.

Se quemarán esta noche mis ideas

juzgadas en sociedades limitadas,

morirán esta noche todas mis penas

causadas por sociedades ensañadas.

Hoy dejaré partir mi alma

para que ya no haya más nada,

liberarme de mis problemas

pero luego de liberarme de ellos

¿no querré volver a la vida para amar?

JD & I